A pesar de todo... Sí a la Vida

A pesar de todo... Sí a la Vida
Te ofrecemos un ámbito cálido y confiable para abrir el corazón,

donde la sinceridad se convierte en actitud esencial.

Un espacio dónde con esfuerzo y paciencia podremos llegar a la aceptación, a reconstruír el vínculo con ese hijo que hoy se constituye como presencia distinta.

Con la esperanza de lograr una vida digna.



sábado, 24 de abril de 2010

CUANDO PERDEMOS UN HIJO LA VIDA NOS DÁ UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Palabras de Alicia y Gustavo Berti en el Encuentro por el 20 Aniversario de Renacer – Huerta grande – Córdoba – Septiembre de 2008.

La vida nos da segundas oportunidades cuando estamos cerca de la muerte y nos salvamos, pero también nos la da cuando perdemos un hijo y decidimos vivir, pues como tan bien lo dijo Aldo una vez, si yo me muero con mi hijo, el mensaje que le estoy dando a la vida, es que mi hijo va a terminar siendo mi verdugo y ese es un mensaje que nadie quiere dar.
Entonces, viendo las cosas desde este punto de vista, nos damos cuenta que cuando perdemos un hijo, hablar en términos de duelo, hablar en términos de elaboración de emociones y elaboración de sentimientos, son palabras muy pequeñas para lo que nosotros podemos alcanzar, son logros que si uno mira, son bien subterráneos, pero tienen que tener su lugar y su lugar es a ras del suelo, no es un lugar elevado.
Por supuesto que algunas personas, algunos papás querrán hacer esto y no hay nada malo en que lo hagan, claro que hagan un duelo y que trabajen elaborando el duelo y priorizando sus emociones y sentimientos, la tragedia, en el fondo, sería que el grupo Renacer no pudiese mostrarle a esos papás que hay algo que trasciende a todo eso, que hay algo que cualitativamente es superior a todo eso.
Porque fíjense una cosa, ¿ustedes conocen a algún ente viviente animal o vegetal que haya sido puesto en este mundo y no se le haya dado un mecanismo de defensa?
Todo ente viviente tiene un mecanismo de defensa ¿estamos de acuerdo en esto?
Síí…
A ver, nosotros que somos el ente viviente más superior, nos creemos que somos los más superiores, ¿cómo puede ser que nos arrojen al mundo y no tengamos ningún mecanismo de defensa?
¿Cómo puede ser que frente a una crisis, seamos absolutamente incapaces de defendernos? Sería absurdo, ¿nos cierto?
Tenemos que tener un mecanismo de defensa, pero a su vez, como somos el único ente viviente que se pregunta por su ser, que se interroga por su ser y se pregunta ¿quién soy? y ¿a dónde voy? Ese mecanismo de defensa tiene que estar, no para lo físico ¿verdad?, sino para las crisis existenciales.
Tenemos que tener un mecanismo que nos defienda en las crisis existenciales y ese mecanismo es la fuerza indómita del espíritu.

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