Cuando las circunstancias no pueden ser cambiadas, el sufrimiento le da un nuevo sentido a nuestras vidas, frente a nosotros mismos, frente a nuestros hijos, frente a la comunidad, frente a la vida, frente a la muerte, frente a Dios o como cada uno lo sienta, a partir podemos aceptar nuestra vida tal como es y vivirla con coraje, no escapandose de ella, no ocultandose de ella, enfrentandola con valentía.
Al atravesar una conmoción existencial, como es la perdida de un hijo, no podemos seguir siendo los mismos, algo en nosotros ha cambiado para siempre; la vida se ha invertido como un guante de goma que se saca dando vuelta sobre sí mismo y somos otra persona distinta, nunca mas las mismas personas y una vez mas tenemos que elegir.
De pronto, al darnos cuenta de esto uno se dice: " tengo que sufrir, no puedo evitarlo", pero ¿ puedo elegir como sufrir?.
¿ Es lo mismo sufrir dignamente, que sufrir miserablemente?.
¿ Es lo mismo caminar por la vida buscando monedas en el suelo, que caminar con la frente alta?. NO.
Hay un tiempo de sufrir, pero aun sufriendo, sabemos que podemos sufrir miserablemente o con dignidad. Es nuestra elección!!!
¿ Qué clase de personas vamos a ser?
No quedan más que dos caminos, o soy mejor persona o soy peor persona; si alguien conoce otra posibilidad, quisiera que lo digan, no conocemos otras opciones.
¿ Voy a dejar que mi dolor maneje el "auto" de mi vida y vivir como un zombie sentado, dejando que mi dolor maneje mi vida?
Entonces se nos plantea el problema de la propia responsabilidad:
¿ Qué hago de mi vida de ahora en màs?
Siempre será nuestra responsabilidad como viviremos nuestra vida, como la viviremos cada día.
Cada dia me levanto y puedo elegir lo que cada dia voy a hacer de mi vida; soy yo quien voy a proponerme llorar, porqué el llanto es lo que yo siento por mi hijo, o voy a levantarme con deseos de hacer algo en su homenaje que no sean lágrimas?.
Si uno basa el trayecto de su vida de aca en más en el amor, si cada día de mi vida yo me levanto haciendo ese esfuerzo extraordinario que significa, aun en esos primeros tiempos, de despertarse y saber que me despierto sin mi hijo, pero sabiendo tambien que por amor a él, y si me quedan otros hijos, tambien por amor a ellos, yo tengo que ponerme de pie con dignidad.
Tengo que iniciar ese dia y cada día de mi vida con proyectos de vida que incluya a otros seres que sufren.
Cuando los padres comienzan a darse cuenta que nunca una persona que ha perdido un hijo volverá a ser la misma, que algo cambia para siempre, es aquí donde RENACER le abre el camino al analisis de la propia existencia.
La respuesta es siempre la misma, el salto hacia nuestra dimensión espiritual, donde encontraremos los recursos necesarios para reinsertarnos en la sociedad a traves de una vida productiva y plena de sentido.
Asumamos el desafió y la aventura de ser una nueva persona y elijamos en ese camino lo mejor y lo peor, porqué podemos decidir, podemos elegir. Comenzamos una nueva vida, pero con experiencia, ya podemos decir que es el bien y que es el mal, ya podemos decir que es lo que queremos ser, entonces, a traves de esa transformaciín interior, la muerte de un hijo no va a ser en vano, esos hijos, van a ser estrellas fugaces que llegaron a nuestras vidas, nos tocaron, se fueron , pero nos transformaron, nos tocaron p'ara cambiarnos, son pocas las veces en que la vida, nos dá segundas oportunidades.
Contactos: Sta. Fe 0342 4520190/4551087 -Sto. Tomé 0342 156117874 - Esperanza 03496 422137/424117/15528695 renacersantafe@gmail.com - renacerdeesperanza@gmail.com
A pesar de todo... Sí a la Vida
Te ofrecemos un ámbito cálido y confiable para abrir el corazón,
donde la sinceridad se convierte en actitud esencial.
Un espacio dónde con esfuerzo y paciencia podremos llegar a la aceptación, a reconstruír el vínculo con ese hijo que hoy se constituye como presencia distinta.
Con la esperanza de lograr una vida digna.
donde la sinceridad se convierte en actitud esencial.
Un espacio dónde con esfuerzo y paciencia podremos llegar a la aceptación, a reconstruír el vínculo con ese hijo que hoy se constituye como presencia distinta.
Con la esperanza de lograr una vida digna.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario