A pesar de todo... Sí a la Vida

A pesar de todo... Sí a la Vida
Te ofrecemos un ámbito cálido y confiable para abrir el corazón,

donde la sinceridad se convierte en actitud esencial.

Un espacio dónde con esfuerzo y paciencia podremos llegar a la aceptación, a reconstruír el vínculo con ese hijo que hoy se constituye como presencia distinta.

Con la esperanza de lograr una vida digna.



sábado, 24 de abril de 2010

EL SUFRIMIENTO ES CATALIZADOR DE UN CRECIMIENTO INTERIOR

Palabras de Alicia y Gustavo Berti en el Encuentro por el 20 Aniversario de Renacer – Huerta grande – Córdoba – Septiembre de 2008.

Cuando nosotros empezamos a trabajar lo primero y fundamental para nosotros fueron los mensajes de Elisabeth Kübler-Ross a quien le debemos también agradecer y tener un reconocimiento.
Elisabeth Kübler-Ross nos respondió muchas preguntas personales acerca de la manera en que los hijos parten, con ella hasta allí pudimos andar, hasta que apareció en nuestras vidas la obra de Víctor Frankl que nos dio el sustento filosófico antropológico necesario para fundamentar la tarea de Renacer, sobre todo para que Renacer pudiera reproducirse en otros lugares sin la presencia nuestra, porque si nuestra presencia hubiese sido requerida para formar un grupo, eventualmente, esto hubiera sido la obra de un par de iluminados, cosa que no es así, porque vuelvo a repetir, todos ustedes tomaron el mensaje, les gustó y lo adoptaron, y por eso es que existe hoy Renacer en tantos lugares.
Frankl nos hizo ver el sufrimiento de manera distinta, nos hizo ver el sufrimiento como catalizador de un crecimiento interior, nos dijo Frankl: “el hombre que se levanta por encima de su dolor, para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”, es decir, el hombre que aun sufriendo prioriza la presencia del otro, se humaniza, por eso pudimos decir un día, cuando quizás nadie nos entendió, pues poca gente nos entendía, que Renacer es un imperativo ético, porque el resultado final para aquellos valientes que se animaban a dar el salto de la trascendencia, era la transformación

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