Pregunta respondida por Alicia y Gustavo Berti en el Encuentro por el 20 Aniversario de Renacer – Huerta grande – Córdoba – Septiembre de 2008.
Trabajo de transcripción realizado por Enrique Conde – Renacer Congreso – Montevideo – Uruguay.
Nos preguntan sobre la tristeza, la tristeza es parte inevitable de lo que sentimos durante un tiempo y no podemos rechazarla; nosotros hemos llegado a un punto tal de que no queremos aceptar los sentimientos que no nos gustan.
Todo es “compre ya…”, “llame ya…” “compre esto…” y hemos llegado a creer que hasta podemos “comprar” la ausencia o la cura de algunos sentimientos que no nos gustan, pero son nuestros, yo no puedo transferirle mi pena ni mi tristeza a otro, es mía, la tengo que vivir yo; ahora ¿por qué yo voy a estar contento de mis alegrías?, ¿por qué voy a querer mis alegrías y voy rechazar mis tristezas? son mías, tengo que quererlas porque son mías, tengo que vivirlas, tengo que aprender a convivir con ellas.
Todos rechazan la muerte, pero la muerte entró en nuestras casas, nos dejó una cama vacía, nos dejó un lugar vacío en la mesa ¿y vamos a convivir hasta el día de nuestra muerte con un enemigo? ¿vamos a vivir con un enemigo dentro de casa?, no podemos; tenemos que hacernos amigos; esa es una tarea, una tarea propia.
Los sentimientos son parte de la naturaleza del hombre y la naturaleza cambia, un día está nublado, otro día hay sol, a veces viene un temporal por varios días y después el sol siempre vuelve a aparecer y la tristeza, eventualmente, algún día se va, pero, mientras tanto, veamos qué experiencias, qué vivencias me deja la tristeza ¿cómo me cambia?, ¿en qué medida ese sentimiento que antes no lo tenía, en qué medida me cambia? ¿me hace más receptivo al dolor de los demás? entonces, bienvenido sea, ¿me hace más solidario? bienvenido sea.
Entonces, no es la tristeza en sí, sino lo que nosotros hacemos con la tristeza, podemos tirarnos en la cama, o podemos utilizarla para bien, eso depende de cada uno.
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